






La agenda abarrotada de Vera le estaba pasando factura, física y emocional. Lo peor no era el cansancio, sino la apatía, el desinterés, incluso en la cama. ¿A dónde había ido a parar su vitalidad? ¿Qué iba a pasar con su vida íntima? Seguía queriendo disfrutarla al máximo, pero, por alguna razón, ya no era lo mismo. Pronto comprendió que la respuesta no estaba en lubricantes o accesorios, sino en su propio estado de ánimo.
Aphrodite Sensation le ayudó a recuperar la energía y la ilusión, despertando, poco a poco, los placeres y sensaciones dormidos. La tensión emocional de los últimos meses se fue y, en su lugar, regresó el deseo. Ha vuelto a sentir toda su sensualidad y a enamorarse de su cuerpo. Y su pareja, también.