Cómo endurecer los muslos y evitar la flacidez de las piernas
¿Cuál es la parte del cuerpo más difícil de tonificar? ¡Los muslos! No hay nada más difícil (y desesperante) que liberarse de esta flacidez que, dejando de lado el factor estético, puede producir rozaduras e irritaciones que son un verdadero incordio.
Para las mujeres, sobre todo a partir de los 35 años, endurecer los muslos y evitar la flacidez de las piernas se vuelve todo un desafío.
Aunque es evidente que para tener piernas firmes tienes que entrenar, el ejercicio físico es solo uno de los pilares para tratar la flacidez en los muslos. ¿Cuáles son los otros? Una alimentación saludable y el cuidado de la piel de las piernas. En este artículo, descubrirás todo lo que puedes hacer para tener unos muslos tonificados.
Ejercicios para endurecer los muslos y evitar la flacidez
Ya tienes tu nevera repleta de verduras, frutas, grasas saludables y carnes con poca grasa. Pero, lamentablemente, ningún masaje, ni crema, ni dieta tonifica la musculatura de los muslos.
Para eso, necesitas un programa adecuado de ejercicios. A continuación, te ofrecemos 5 ejercicios que podrás hacer en casa y te enseñarán cómo endurecer los muslos y evitar la flacidez:
1. ZANCADA CON PESO: repite durante 40 segundos con cada pierna
2. ISO SQUAT (Sentadilla Isométrica) + LEG EXTENSION: repite durante 40 segundos
3.ONE LEG DEADLIFT: repite durante 40 segundos con cada pierna
4. ECCENTRIC SET-UP: repite durante 40 segundos con cada pierna
5. SQUAT JUMP (Sentadilla con salto) en 3 direcciones: repite durante 40 segundos
Evita comer alimentos procesados (y ultraprocesados)
Las mujeres son las más afectadas por la flacidez y adiposidad localizada en los muslos. ¿Por qué? Básicamente por el hecho de ser mujeres. Las hormonas femeninas diseñan el patrón que sigue la distribución de la grasa y, la adiposidad en caderas y muslos es, desde un punto estrictamente biológico, una forma que tiene el cuerpo de prepararse para sostener un posible embarazo.
Explicado de modo simple, si te pasas con la comida basura (pizza, patatas fritas, hamburguesa, hot dogs), el frito, los helados, los refrescos azucarados, el alcohol y la bollería, las calorías que no “quemes” se transformarán en grasa que irá directamente a tus muslos. En cambio, en los hombres es más probable que se deposite en su abdomen.
¿Qué podemos hacer? Cambiar nuestro estilo de vida. Mantente lo más lejos posible de los alimentos que mencionamos antes y modera la sal, sea sal común, marina o sal rosa del Himalaya. No hace falta que la elimines, pero no abuses de ella porque te hará retener líquidos y si, además de flacidez, tienes celulitis, esto la empeorará.
Una alimentación rica en productos frescos y de calidad es la mejor manera de cuidar tu cuerpo, incluidos tus muslos.
Para complementar tu dieta y tu rutina deportiva puedes incluir un suplemento alimenticio con efecto termogénico como nuestro PIPER NIGRUM STRONG, el aliado de una dieta quemargrasas natural. Gracias a su formulación spicy a base de Capsimax®, un ingrediente patentado a base de Cayena apoya la movilización de grasa para la producción de energía. Además, está enriquecido con Colina, Guaraná, Pimienta Negra y Vitamina B3 que ayudan a estimular el metabolismo, controlar el apetito y aportan una dosis extra de energía.
Cuida de tus muslos con técnicas y productos específicos
Aunque estés en un peso saludable, la flacidez puede atacar a tus muslos. Esto, ocurre porque la musculatura de la zona interna del muslo (aductores) es una de la que menos se utiliza para realizar las actividades diarias y porque, además, la mayoría de nosotros llevamos una vida bastante sedentaria que agrava la situación.
El ejercicio físico es clave para endurecer tus abductores y aductores, pero existen otras herramientas, por ejemplo, cuidar la piel de los muslos con cremas reafirmantes, realizar masajes drenantes y crioterapia, entre otras.
En el caso de la crioterapia, un estudio de la Escuela Médica de la Universidad de Minnesota expresa que es una técnica especialmente recomendada para favorecer la movilización de la grasa localizada en los muslos.
